El principio de nuestra gran aventura

Llegamos al Colegio con nuestras maletas bien preparadas y nuestra ropa delicadamente doblada (a ver cuánto nos dura…) pero, sobre todo, con muchos sueños e ilusiones por la gran aventura que vamos a vivir.

El autobús nos lleva hasta la Granja y, cuando llegamos, nos peleamos con las maletas y sacos para conseguir que encajen en su sitio y que las literas se queden bien preparadas (con la vana esperanza de que duren así por lo menos 12 horas). Sobra decir que por la tarde ya estaba todo como si un huracán se hubiese desatado dentro de nuestro cuarto y hubiese tenido por epicentro nuestra cama.

Nos juntamos con los monitores, hacemos los grupos y nos mezclamos con los compañeros de otras clases. La idea es convivir todos juntos y conocer al resto de chicos y chicas a quienes, cuando estamos en el cole, apenas vemos.

Ahora sí, ya empezamos con nuestras tareas relacionadas con el sostenimiento de la Granja: limpieza y alimentación de animales. Para ello, vamos poco a poco conociendo a los animales, bautizándolos, tocándolos… y algunos de nosotros tenemos la gran suerte de coger y acariciar las cabras, conejos, cerdos, pavos y nos aprovechamos de que ellos no se quejan para sobarlos hasta que ya no podemos más.

Después comemos (tranquilos, papis, que nos hemos lavados muy bien las manos), tenemos un poco de tiempo libre y llamamos a casa.

Sabemos que nos echáis mucho de menos y nosotros a vosotros también, pero como somos muchos, nos hemos organizado y 5.º A ha llamado hoy, el B lo hará mañana, el C el miércoles y el D el jueves. Si os tenemos que llamar todos los días estaríamos más de dos horas esperando y no nos dejaríais cumplir con nuestra gran jornada laboral vespertina que consiste en: merendar, talleres y manualidades, rutas en bicicleta, senderismo, etc. En fin, una jornada extenuante que no queremos reducir por estar haciendo cola para llamar y contaros lo que ya sabéis: que estamos bien, que comemos bien, que dormimos bien, que nos portamos bien, que hacemos caso a los profes y monitores y demás mentirijillas piadosas que a vosotros os gusta creeros y que a nosotros nos encanta contaros.

Después de cenar, hemos hecho algunos juegos en la velada nocturna y nos hemos ido a la cama. Por supuesto, hemos dado un poco de guerra antes de dormirnos, pero al final hemos caído rendidos y por la noche vamos a recargar al máximo las baterías porque mañana tenemos otro día lleno de quehaceres varios, juegos, talleres, rutas de senderismo y millones de sorpresas más que os iremos descubriendo día a día.

Hasta mañana, papis, que descanséis mucho y confiad en nosotros, que lo estamos pasando genial y estamos desarrollando una autonomía y una capacidad para resolver conflictos con los iguales que os van a dejar sorprendidos el viernes cuando nos volvamos a ver. Aunque jamás lo reconoceremos en público, os echamos un poquito de menos y nos gustaría que nos dieseis un beso de buenas noches. Como no puede ser, con los besos y abrazos de los profes nos apañaremos.

Alumnos y tutores de 5.º E.P.